Hoy hemos tenido la magnífica oportunidad de poder representar en clase, juntos nuestros demás compañeros, un cuadro titulado "El almuerzo", pintado por Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco español, considerado como uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal. Nació en Sevilla, en el año 1599. Se formó con Francisco Pacheco (pintor manierista y tratadista de arte, conocido principalmente como maestro y suegro de Velázquez). A los 24 años se trasladó a Madrid, donde fue nombrado pintor de Felipe IV. En 1627 fue ascendido a pintor de cámara, labor a la que dedicó el resto de su vida. Evolucionó del “tenebrismo”, influido por Caravaggio, a un estilo de gran luminosidad, con pinceladas rápidas y sueltas. En su última década se hizo más esquemático, con extraordinario dominio de la luz. A este período pertenece el “Retrato del papa Inocencio X”, pintado en su segundo viaje a Italia, también sus dos últimas obras maestras: “Las Meninas” y “Las hilanderas”. Su catálogo consta de más de 120 obras. Murió en Madrid, en 1660.
Nuestro cuadro que hemos elegido para representar se llama Tres hombres a la mesa (“El almuerzo”) como bien hemos
comentado antes, fue pintado en su primera etapa sevillana hacia
1617-1618 y se conserva en el Museo del Hermitage de San
Petersburgo. Perteneciente a la zarina Catalina II se encontraba en
el Hermitage ya a finales del siglo XVIII, considerado como pintura flamenca.
Desde 1895 se atribuye unánimemente a Velázquez. El lienzo retrata una escena cotidiana propia
de la época sevillana de Velázquez. En ella aparecen tres hombres que
representan las tres edades del hombre,1
sentados a una mesa cubierta con un mantel blanco sobre la que descansan un
plato de mejillones, un vaso de vino y varias piezas de pan. Tras los
personajes, la oscuridad de la pared es rota por un sombrero y una golilla
colgados de la misma. Los modelos utilizados para los personajes de la
izquierda y de la derecha parecen ser los mismos que Velázquez utilizó en sus
obras San Pablo y Santo Tomás. Existe otra versión de este cuadro,
que bajo el título Almuerzo de campesinos, se conserva en el Museo de
Bellas Artes de Budapest.
A continuación mostraremos unas fotos sobre el proceso:






Y así fue como quedó finalmente:
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